Aún nos queda este último fin de semana para seguir disfrutando de las torrijas, ya sean al estilo clásico, bañadas en una deliciosa crema inglesa, coronadas con chocolate o con una sutil capa de yema quemada...lo cierto es que en los últimos tiempos, la torrija, ese postre de toda la vida se ha convertido en el postre imprescindible de la carta de los mejores restaurantes. Una delicia dulcera cuyo secreto, en mi opinión, está en la elección de un pan de calidad, poco alveolado y resistente a un buen calado. Siempre podéis optar por encargar a vuestro panadero una rica pieza de pan para torrijas aunque, si disponéis de  tiempo, os aconsejo que preparéis este, tipo brioche, que hoy comparto con vosotros. Espero que os guste.

Ingredientes:

Fermento:

100 gramos de harina.

100 gramos de leche.

15 gramos de levadura fresca.

Para el pan:

Todo el fermento.

400 gramos de harina.

150 gramos de leche.

50 gramos de azúcar.

10 gramos de sal.

2 huevos.

60 gramos de mantequilla.

1 huevo para pincelar.

Elaboración:

Preparamos el prefermento mezclando la harina, la leche y la levadura. Mezclamos y dejamos reposar hasta que la masa empiece a formar burbujas (yo lo dejé toda una noche).

En un bol colocamos el prefermento, la harina, la leche, el azúcar, la sal y los huevos y amasamos hasta obtener una masa brillante y bien integrada. Dejamos reposar unos minutos y añadimos la mantequilla. Volvemos a amasar muy  bien hasta obtener una masa homogénea.

Dejamos reposar la masa hasta que doble su volumen.

Una vez que la masa ha doblado su volumen la colocamos en una superficie enharinada y le sacamos todo el aire. Formamos las barras y las colocamos en un molde alargado. Volvemos a dejar reposar hasta que doble de nuevo su volumen.

Una vez que la masa ha levado, la pincelamos con huevo y la horneamos a 180º hasta que veamos que está lista.

Cuando Marisa, de Thermofan, puso en marcha su concurso de Tri-Aniversario supe que no podía faltar a la cita por dos motivos: adoro a Marisa y adoro hacer pan (sobre todo uno tan tradicional como este). Aunque he tenido un mes loco, sin apenas tiempo para nada, ayer por fin pude meterme en harinas logrando así llegar, aunque por los pelos, para participar en este maravilla de concurso patrocinado por El Amasadero y Chocolates Valor. Lo que Marisa nos pide es PAN, pero no un pan cualquiera sino los panes típicos de L´Horta (la huerta de Valencia) que son el rollo de L´Horta y la Pataqueta. Como podéis imaginar, para alguien como yo, que nació encima de una panadería y es nieta, hija, hermana y tía de panaderos el oficio de hacer pan supone el mayor de los respetos. Siento un profundo amor por un trabajo durísimo y la mayoría de las veces poco reconocido (más ahora que en cualquier supermercado venden barras de ¿pan? congelado a menos de 40 céntimos). Adoró observar esas masas vivas, creadas con harina, agua, sal y masa madre, que después de pasar por el horno de leña obran el milagro de convertirse en un alimento básico y noble presente en todas las mesas. Me apasiona el aroma que desprende el pan recién hecho; disfruto observando la miga alveolada de una buena hogaza casera; y me quedo embobada escuchando el sonido a hueco mientras golpeas el suelo del pan recién salido del horno. Llevo la panadería en la sangre y no lo puedo evitar y supongo que por eso guardo como un tesoro el delantal de hilo blanco con el que mi madre ha pasado más de 40 años detrás del mostrador del negocio familiar; o el gorro de panadero que tantas noches ha acompañado a mi padre mientras pala en mano cocía una hornada tras otra; o la vieja balanza que adquirieron mis abuelos en 1915 y de la que ya os hablé cuando publiqué el pan casero. Espero que os gusten.

De nuevo llega el día de publicación del reto panarra Bake the world y en esta ocasión viajamos hasta tierras alemanas para disfrutar del sabor de los tradicionales brezelns, o lo que es lo mismo, esos panecillos con forma de brazos entrelazados (los mios con un ligero sobrepeso jajaja). Una de las características de estos panes son que antes de meterlos al horno se sumergen en una solución de agua e hidróxido de sodio (vamos, lo que es la sosa caústica de toda la vida). Yo no me acordé de comprarla así que recurrí al método alternativo de sustituir la sosa por bicarbonato. En cuanto a la receta, una vez más acudí a mi querida Mai, de Hierbas y especias. Los suyos son mil veces más "bonicos" (Mai, este ico está dedicado a ti y tú sabes la razón) que los mios, con mejor color y mejor figura por lo que prometo repetirlos ya que de sabor están bien ricos. Espero que os guste.

Los que sois padres me entenderéis si os hablo de una sensación especial que se percibe cuando tus hijos "heredan" parte de tus costumbres (de las buenas costumbres, por supuesto) y más aún cuando esa herencia permite compartir aficiones y disfrutar en mutua compañía. A mi, con Rebeca me ha pasado eso: le encanta cocinar y eso nos permite pasar buenos ratos juntas en la cocina o delante del ordenador visitando blogs culinarios. Otras veces es ella sola la que se mete entre harinas y prepara cosas con las que logra que,literalmente, se me caiga la baba de orgullosa mamá. Lo último con lo que me ha sorprendido ha sido con este pan de payés que preparó hace unos días siguiendo la receta de mi querida Nieves de Cocina con Nieves. El resultado fue maravilloso (y que conste que no es pasión de madre jajajaja). Las fotos no han salido muy lucidas ya que preparó el pan para la cena y la luz era muy mala pero os aseguro que al natural tenía una bonita corteza dorada. Espero que os guste tanto como a mi.

Ingredientes:

Para el prefermento:

100 gramos de harina de fuerza.

1/2 cucharadita de levadura de panadero (de la seca).

125 mililitros de agua.

Para el pan:

250 mililitros de agua templada.

1 cucharada sopera de sal.

El resto de sobre de levadura (después de añadir la del prefermento).

550 gramos de harina.

1 cucharada sopera de miel.

Todo el prefermento.

Elaboración:

Comenzamos preparando el prefermento. Para ello mezclamos los tres ingredientes y los dejamos reposar unas dos horas (sabremos que está listo porque comenzarán a formarse unas burbujas en la superficie).

Este mes por fin me he decidido y me unido al grupo de panarras Bake the World. Lo cierto es que con lo mucho que me apasionan las masas no sé porque no lo había hecho antes pero bueno, como dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena. Desde que me inscribí estaba esperando con impaciencia el email con la propuesta mensual; cuando por fin llegó y lo abrí mi cara fue un poema ¿baozi? pero ¿eso que es? Joder, Córcholis, que yo vengo de una familia panadera...que siempre estoy presumiendo de ello y voy a tener que retirarme de los retos panarras antes de empezar con ellos por desconocimiento absoluto. Pero no, no hay nada que Google no resuelva. Así que me puse manos a la obra y este ha sido el resultado: Una receta algo versionada de la que publicó en su día mi querida Juana en su Cocina de Babel. Deliciosa y totalmente recomendable. Hasta yo, que no soy demasiado seguidora de la cocina china, he repetido. Espero que os guste.

Estas torticas de aceite son, además de sencillísimas y muy rápidas de preparar, un bocado delicioso. Son ideales para disfrutarlas solas, a modo de aperitivo, o como sustituto del pan. Lo único difícil, si os decidís a prepararlas, será encender el horno teniendo en cuenta las altas temperaturas que, al menos en el Sur, estamos sufriendo esta semana. Pero os aseguro que bien merece la pena porque realmente son adictivas. La receta es la misma que la de la masa de empanadilla jumillanas que asalté del blog de mi querido paisano Raúl, así que con una misma masa podéis preparar dos recetas: unas ricas empanadas y estas estupendas torticas. Espero que os gusten.

Ingredientes:

Elaboración:

Mezclamos en un bol el aceite con el agua templada.

Añadimos la harina ya masamos bien hasta formar una bola.

Tomamos porciones de masa y formamos pequeñas tortitas que pincelaremos con aceite y espolvorearemos con sal maldon.

Horneamos a 200º hasta que estén doraditas y listo para comer. Yo las serví acompañadas de unos deliciosos pimientos de piquillo rellenos de chanquete salvaje.

Conservas Chanquete es una empresa especializada en productos gourmet de chanquete salvaje. Elaboran platos de gran calidad utilizando aceite de oliva virgen extra, ingrediente principal de la dieta mediterránea. Cocinados a fuego lento, de forma natural y artesanal, los productos de Conservas Chanquete están pensados para satisfacer a los paladares más exigentes.

Como podéis ver en las fotos para presentar estas deliciosas torticas he utilizado un precioso plato de pizarra de la colección gourmet de Cupastore.com. Esta tienda online, recientemente abierta, ofrece una amplia gama de productos de piedra natural entre ellos un gran surtido de platos y bandejas de pizarra.

Un mes más llega el día de publicación del Desafío en la cocina. En esta ocasión no con una sola propuesta sino con cinco, tantas como desafiadoras a traído este mes de junio. El azar quiso que me tocase elaborar un pan kinder con vinagreta casera ¿Cómo? ¿Pero eso qué es? Como yo, que siempre presumo de ser nieta, hija, hermana y tía de panaderos voy a reconocer que en mi vida he oído hablar de este pan...Pues sí, me veo obligada a reconocerlo: nunca antes había escuchado eso del pan kinder. Afortunadamente ya lo he descubierto y no sólo eso sino que también he logrado que me salga a la primera. Después de indagar por internet y descubrir el gran secreto me planté, portátil en mano, en el salón de casa de mis padres. Mi padre, panadero jubilado que ya ha pasado de los 80, examinó la foto y rápidamente dictaminó que el secreto para que me quedase bien era dejar la masa bien dura, añadirle los líquidos justos y estirar bien para lograr una masa casi transparente. Siguiendo los consejos del experto y  la receta del blog Webos Fritos, todo fue muy sencillo. Espero que os guste.

Ingredientes:

Para el pan:

Para la vinagreta:

• 10 mililitros de vinagre de vino.
• 30 mililitros de aceite de oliva virgen extra.
• Sal.
• Pimienta molida.
• 2 cucharadas colmadas de mostaza (yo usé una que traje de Holanda que es a la miel).
• 1 cucharadita de miel.

• Una bolsita de brotes variados.
• Queso fresco.
• Salmón ahumado.
• Tomatitos cherry.
• Bacon ahumado frito.
• Maíz dulce.
• Pimiento rojo crudo.
• Huevos de codorniz cocidos.

En un bol colocamos la harina, la sal y desmigamos sobre ella la levadura fresca.

Hacemos un volcán con los ingredientes secos y añadimos en el centro el agua fría, mezclando ligeramente.

Añadimos después el aceite de oliva. El secreto según el experto panadero (es decir, mi padre jajajaja) está en no añadir nada más de líquido y amasar bien hasta lograr integrar toda la harina.

Una vez tengamos la masa lista la colocamos en un lugar alejado de las corrientes, tapada con un paño y la dejamos reposar una hora. Al ser una masa dura no crece demasiado.

Transcurrido el reposo estiramos la masa con ayuda del rodillo de panadero. Debe quedar casi transparente.

Colocamos una bola de papel de hornear y recortamos una circunferencia de masa.

Doblamos la masa sobre el papel, pincelando con agua para que quede pegada. Es importante dejar un pequeño hueco ya que por ahí meteremos la ensalada.

Colocamos nuestros panes en una bandeja de hornear con la apertura hacia abajo. Pulverizamos con agua y espolvoreamos un poquito de harina.

Horneamos a 200º durante unos 15 minutos aunque el tiempo, como siempre, dependerá de cada horno. Mientras se hornean preparamos el aliño. Es tan sencillo como colocar todos los ingredientes en un bote, cerrar bien y agitar con fuerza.

Cuando el pan esté frío retiramos el papel y lo rellenamos con la ensalada (sin aliñar para evitar que el pan se blandee).

Cuando nos lo vayamos a comer lo regamos con la vinagreta.

Si quieres ver las recetas del resto de mis compañeros del Desafío pincha AQUÍ.