Mousse de choco-cerveza para Elena

Hoy es el santo de Elena, mi amiga del alma, y aunque ella está en Valencia y yo en Águilas quiero dedicarle esta recetica virtual en la que se combinan dos cosas que a ella le gustan mucho: la cerveza negra y el chocolate. Pese a la distancia que nos separa, Elena es de esas amigas con las que siempre puedes contar. A la que he llamado mil veces a las tantas de la madrugada cuando ha surgido un problema. A pesar de los kilómetros nos vemos mucho, muchísimo. Viajamos juntas todos los años y hasta nos casamos el mismo día; Ella por la mañana y yo por la tarde, aprovechando sus flores jeje. Hemos vivido miles de momentos juntas: los malos y los buenos...y todos los que aún nos quedan por vivir. La quiero por como es y también por lo mucho que sé que quiere a las dos personas más especiales de mi vida: mi hija, que es casi como su hija, y mi padre, que también es casi como su padre. Querida amiguica, espero que disfrutes de este postre que con tanto cariño te hemos preparado, como podrás ver hay dos copas así que una es para Juanillo, tu maridico, que también se lo merece y con el que lo felicitamos (con retraso) por su cumpleaños.

En un bol batimos las yemas con el azúcar hasta obtener una mezcla blanquecina y espumosa.

Seguidamente añadimos la cerveza negra y continuamos batiendo.

Añadimos después el chocolate que habremos deshecho al microondas.

Finalmente vertemos sobre la mezcla anterior la nata que tendremos semi-montada. es importante que en este paso ya no utilicemos la batidora y que mezclemos todos los ingredientes con suavidad y con movimientos envolventes.

Colocamos la mousse en los vasos y la dejamos en la nevera para que endurezca.

Mientras tanto vamos preparando el merengue que simularé la espuma. Realizamos un merengue italiano no demasiado duro. Para hacerlo: colocamos en un cazo el agua y 150 gramos de azúcar y lo ponemos a fuego suave, sin mezclar ni mover en ningún momento. Tenemos que hacer un almíbar de bola media. Tenéis un estupendo paso a paso AQUÍ

Mientras que se hace el almíbar, vamos montando las claras con los 50 gramos de azúcar que teníamos reservados.

Por últimos, cuando el merengue esté firme, incorporamos el almíbar, aún caliente, en forma de hilo, sin dejar de batir.

Cuando el merengue alcance el punto deseado, vertemos un par de cucharas encima de las copas de mousse.

Después de un par de horas nuestra mousse estará lista para disfrutar de ella.

Para ti, AMIGUICA. Para recordar todas las que nos bebimos el año pasado en Bélgica.