Tarta de la abuela y mi cumpleaños

Aprovechando que mañana es mi cumpleaños y que mis sobrinas no han dejado de reclamarme la sopa de marisco, hoy hemos organizado una comida en casa. La que os dejo hoy es la receta del postre: tarta de la abuela, por petición de mi sobrino Mateo que insistió en que la preparase. Como base para la receta he utilizado la tarta de galletas que hace algún tiempo publicó Ana, del blog ¿Cuántas horas tiene el día?, un sitio estupendo que os recomiendo visitar porque hay verdaderas delicias. Yo he hecho algunos cambios y he sustituido su capa de natillas de chocolate por una mousse. Ha quedado una tarta deliciosa, con un sabor que realmente recuerda al de la tarta de galletas que preparaban nuestras abuelas. Cada uno de los bocados traslada al tiempo de la niñez (hoy un poquito más lejano para mi, ya que estoy a unas horas de sumar un año más). Espero que os guste.

Comenzamos preparando la mousse de chocolate. Para ello montamos las claras a punto de nieve y cuando estén bien firmes le añadimos, poco a poco, el azúcar. Añadimos a estas claras (ya bien montadas) la mantequilla mezclada con las yemas.

A continuación incorporamos los 200 gramos de chocolate de cobertura que habremos deshecho al baño maría.

Reservamos la mousse y preparamos las natillas tal y como indica el sobre. Comenzamos entonces con el montaje de la tarta. Pincelamos ligeramente con un poco de aceite un molde desmoldable y colocamos una primera capa de galletas mojadas en leche (hay que mojarlas muy poco).

Sobre esta capa se vierte la mitad del preparado de natillas que teníamos reservado.

Encima de las natillas ponemos una segunda capa de galletas.

A continuación se vierte la mousse de chocolate.

Sobre la mousse colocamos una tercera capa de galletas.

Y sobre las galletas vertemos las natillas restante.

Sobre esta última capa de natillas colocamos de nuevo galletas y sobre ellas vertemos la capa base de chocolate que prepararemos deshaciendo los 200 gramos de chocolate en 150 mililitros de nata hirviendo. (Esta última capa será la que haré de base cuando desmoldemos nuestra tarta).

Una vez que la tarta esté fría la reservamos en la nevera durante toda una noche. Al día siguiente pasamos un cuchillo por los bordes, le damos la vuelta y le quitamos el aro.

Finalmente preparamos la capa de cobertura. Para ello ponemos en un cazo 150 mililitros de nata y cuando rompa a hervir le añadimos los 100 gramos de chocolate blanco y los 150 gramos de chocolate de cobertura, batimos bien y cuando esté bien integrado dejamos reposar, hasta que se atempere y espese un poco. Finalmente cubrimos con él la tarta y dejamos en la nevera al menos una hora para que tome cuerpo.

Aquí os dejo un trocito para cada uno de vosotros.

Y una fotico de parte de mi familia en la comida (falta mi hija que estaba detrás de la cámara). Os los presento: empezando por el más guapo con su gorra que es mi padre, mi madre, mi cuñada Carmen, mi sobrina Marta, yo, mi sobrina María, mi sobrina Silvana novia de mi sobrino, mi sobrino Mateo y mi marido.