Flan especial de las hermanas clarisas

La receta de hoy está a medio camino entre un flan y un tocino de cielo, aunque su sabor recuerda más a este último. La he sacado del libro Cocina monacal, que recoge los secretos culinarios de 71 conventos de hermanas clarisas. Esta, concretamente, procede del Monasterio del Sagrado Corazón de Cigales/Gijón y según cuenta el libro es el postre con el que se suele agasajar a los invitados del convento. Lo único laborioso, en cuanto a tiempo, de esta receta es la cocción. De hecho, las propias religiosas señalan que "debe hacerse muy poco a poco. Teniendo en cuenta que el tiempo empleado es lo de menos ya que lo importante es conseguir un flan que sea una verdadera delicia". Tal vez, para los que no podemos disfrutar de una vida tan contemplativa eso de que el tiempo es lo de menos nos suene un poco a risa pero lo cierto es que su sabor bien merece el esfuerzo. Espero que os guste.

Comenzamos preparando un almíbar ligero con el azúcar, el agua y la corteza de limón. Una vez listo, lo apartamos del fuego y lo dejamos templar unos minutos.

En un bol batimos las yemas de huevo junto con la leche.

Añadimos poco a poco el almíbar templado, batiendo pero sin montar.

Finalmente vertemos la mezcla en una flanera con caramelo.

La cocción de este flan será lo que más tiempo nos lleve, unas dos horas, más o menos. Comenzamos poniendo nuestro flan, bien tapado, en una olla al baño maría. Lo tendremos al fuego bajo durante unos 80 minutos y transcurrido este tiempo lo pasaremos al horno precalentado a 150 grados (continuando con el baño maría y añadiendo agua si esta se hubiese consumido) hasta que veamos que está bien cuajado y durito. Es un flan con mucho cuerpo.