Higos con queso cabra y cinturón de jamón

Cuando Bárbara, de Comer de todo, anunció que la temática del concurso organizado con motivo del primer aniversario de su blog eran las recetas de verano supe desde el primer momento lo que iba a preparar. Y aunque, como digo, lo tenía decidido, las terracitas, la playa y el buen tiempo han hecho que llegue por los pelos pues, hoy, finaliza el plazo de presentación. La receta con la que participo es veraniega sí o sí y la razón es bien simple: los higos frescos son un majar reservado exclusivamente a esta temporada del año. Me encanta disfrutar de ellos recién cogidos del árbol y comerlos solos, en postres o como entrante. Y precisamente dentro de este último apartado es donde se encuentran estos higos al horno, rellenos de queso de cabra y con cinturón de jamón. Pese a lo largo de su nombre la preparación no puede ser más sencilla y los ingredientes sólo cuatro, pero eso sí, han de ser de gran calidad. Espero que os guste.

Ingredientes (por persona):

Elaboración:
Comenzamos lavando bien los higos (se comen con la piel). Después de secarlos les hacemos un corte en forma de cruz en la parte superior.

En la apertura que hemos realizado introducimos una rodaja de queso de cabra.





















Después enrollamos la loncha de jamón en torno al higo.






















Finalmente salpimentamos y rociamos con un hilito de buen aceite de oliva. Horneamos con calor por arriba y abajo a 200 grados. transcurridos unos 8 minutos apagamos la parte baja del horno y lo dejamos un minuto sólo con el grill.
















Antes de servirlos le ponemos un poco de reducción de vinagre balsámico y listo.























Para la elaboración de esta receta he utilizado un aceite excepcional que hace unos días recibí en casa por gentileza de Beneoliva. Concretamente la variedad Summum Señorío de Jaime Rosell. se trata de un AOVE de producción limitada, cuyas botellas numeradas son un auténtico lujo para los paladares más exigentes. En el corazón de la Vega Baja del Segura, en Benejuzar, la familia Sala- López produce estos maravillosos aceites combinando las viejas tradiciones con las técnicas más avanzadas. el resultado se encuentra en el interior de cada una de sus botellas, aderezadas con sencillez, paciencia, respeto, ilusión, tradición y arraigo.