Rosquillas de avellana

Hace un par de semanas Marina, la hija de mi sobrina Jéssica, se quedó a pasar la tarde en mi casa y para que se entretuviese decidimos hacer unas rosquillas. Ya desde bien pequeña, la niña apuntaba maneras para esto de la cocina por lo que se puso contentísima con la propuesta de meterse entre harinas. Se colocó su delantal, se lavó las manos sin que nadie tuviese que decirselo y se encargó ella solita de casi todo.  El resultado fueron estas rosquillas que sólo os las recomiendo si os gustan mucho las avellanas. En el caso de Marina acertamos de pleno porque "las sevillanas", como ella las llamaba de pequeña, le encantan. De hecho, si me descuido, casi me quedo sin rosquillas porque decidió que la masa cruda estaba deliciosa y tuve que insistirle para que esperara a que estuviesen fritas para seguir comiendo. Espero que os gusten tanto como a ella.

Ingredientes:

• 1 huevo.
• 5 cucharadas soperas de leche (si es necesario se le puede añadir un poco más).
• 4 cucharadas soperas de aceite de oliva.
• 6 cucharadas soperas de azúcar.
• 250 gramos de avellanas.
• 4 cucharadas soperas de licor de avellana.
• 1 cucharadita de levadurina.
• 250 gramos de harina.

Preparación:
Colocamos en un bol la harina con la levadurina y sobre ella vertemos las avellanas bien picadas.

A continuación agregamos la leche, el aceite, el licor y el huevo.

Amasamos bien con las manos hasta obtener una masa similar a la de la imagen. Una vez lista dejamos reposar 15 minutos.

Transcurrido ese tiempo, tomamos porciones de la masa y formamos con ellas rosquillas. Como podeis ver, de esta parte también se encargó Marina.






















Finalmente se frien las rosquillas en abundante aceite de oliva y aún templadas se rebozan en azúcar glass.

















Con esta receta me despido hasta el próximo año. Os deseo que paseis una estupenda Noche Vieja y que el 2012 llegue cargado de cosicas buenas para todos; que la salud no nos falte y que nuestros deseos se hagan realidad. Yo despido el año con la alegría de haberos conocido a todos vosotros. Jamás pensé que  este humilde blog me permitiría disfrutar de momentos tan maravillosos como los que he disfrutado gracias a vuestros comentarios y vuestras palabras llenas de cariño. Despido el 2011 cargada de nuevos amigos; de todos y cada uno de vosotros me acordaré mañana mientras brinde por el nuevo año porque ya formais parte de mi familia. Gracias por ello.