Hace treinta años que visité La Alpujarra granadina por primera vez; los mismos años que llevo enamorada de esa maravillosa tierra; y los mismos en los que no he desaprovechado ni una sola oportunidad para volver a recorrer sus calles (creo que ya he estado más de una veintena de veces). Es el lugar al que viajo con la mente cada vez que me encuentro agobiada y en el que logro relajarme y cargarme de energía positiva. Todo allí me gusta: la amabilidad de sus gentes, el sabor del agua que brota de sus pilones, la belleza de su arquitectura, los respetuosos que han sido en la conservación del lugar a pesar el cada vez mayor auge del turismo, su maravillosa gastronomía...Además, La Alpujarra para mi está llena de recuerdos agradables, relacionados con todas las personas con las que he visitado el lugar: los primeros viajes de infancia de mi hija y mis sobrinos; mi querido hermano pidiendo una y otra vez el plato alpujarreño; noches de terraza con mis amigos (que digo amigos, mi familia) Elena y Juan, que como yo también son enamorados de este bello rincón granadino; y ahora también mi último viaje con Eusebio y Noelia, una pareja con la que, pese a que por edad podrían ser mis hijos, comparto muchas aficiones culinarias y viajeras. Fue con ellos, con mi hija y con mi marido con los que el pasado mes de noviembre hice una escapada maravillosa de tres días al Barranco de Poqueira, zona en la que se encuentran escalonados los tres pintorescos pueblos de Pampaneira, Bubión y Capileira.
Aunque en esta ocasión sólo estuvimos tres días, estuvieron muy bien aprovechados y con tiempo para todo. Como siempre hacemos, nos alojamos en el Hostal Moraima de Capileira; se trata de un establecimiento familiar, sencillo, pero con una limpieza y un trato maravilloso en el que desde el primer momento uno se siente como en casa. Todo en este pueblo es agradable: el olor a pan recién hecho del horno de Luisa; sentarse en la terracita del bar El Tilo (¡como me gusta este bar!) y escuchar el agua brotar del pilón o delante de su chimenea cuando el frio aprieta; caminar entre nogales, a paso tranquilo, hasta el puente de La Cebadilla...aunque si tuviese que elegir sólo uno me quedaría sin duda con los paseos nocturnos acompañada de mi hija (otro enamorada de este lugar) entre cuestas empinadas y silenciosas hasta llegar al Mentidero, para una vez allí observar la maravillosa estampa de Bubión y Pampaneira iluminadas.
También hubo tiempo, en esta escapada, para visitar Pampaneira, recientemente incluida en la red de los pueblos más bonitos de España. En Pampaneira hay, en mi opinión, dos cosas obligadas (además de dejarse enamorar por sus callejuelas, por supuesto) y son visitar la bodega La Moralea y darse un homenaje gastronómico en el restaurante El Lagar. Y, por supuesto, eso es lo que hicimos porque como ya os he dicho Eusebio y Noelia son, al igual que yo, enamorados de la buena cocina tradicional, esa en la que la materia prima de primera calidad es lo más importante. Para los amantes de la gastronomía, entrar en La Moralea debe ser lo más parecido a atravesar las puertas del paraíso: embutidos, quesos, aceites, infusiones, vinos, sales, chocolates, dulces...y un sin fin de productos se agolpan en los estantes de este estupendo establecimiento.
Aquí, además, uno puede darse el placer de degustar una tabla de embutidos acompañada de vino de la tierra.
Después de abandonar esta bodega, apenas unos pasos más adelante, uno se topa con el que es mi restaurante favorito: La Bodega-Asador El Lagar. El local en sí mismo tiene un encanto maravilloso, la forma en la que te hacen sentir sus propietarios es como sentirse en casa y la comida que allí puede degustarse es sencillamente maravillosa. Raciones generosísimas de cocina tradicional, ese que se elabora sin prisas, con fidelidad a los recetarios de antaño y que te hace disfrutar en cada bocado. Nosotros en esta ocasión optamos por tortilla de vegetales (un obsequio de la casa nada más sentarnos), pollo de la abuela, jabalí en salsa (para chuparse los dedos), migas a la brasa y una ensalada de tomate "aliñao" ecológico de temporada.
Tanto nos gusta este sitio que siempre que visitamos La Alpujarra hacemos, como mínimo doblete. Esta vez también fue así y nuestra última noche fue nuestra elección para cenar. En esa ocasión nos decidimos por unas patatas asadas a la leña con alioli, una pizza casera cocida al horno de leña espectacular y unas chuletas de cordero ante las que nos faltó bien poco para levantarnos y hacer la ola.
Tanto nos gusta este sitio que siempre que visitamos La Alpujarra hacemos, como mínimo doblete. Esta vez también fue así y nuestra última noche fue nuestra elección para cenar. En esa ocasión nos decidimos por unas patatas asadas a la leña con alioli, una pizza casera cocida al horno de leña espectacular y unas chuletas de cordero ante las que nos faltó bien poco para levantarnos y hacer la ola.
Y para quemar los excesos nada mejor que pasear por las empinadas y bellas calles de Pampaneira; deleitarse con los coloridos de las jarapas expuestas en las puertas de sus muchas tiendecillas; darle un buen trago a la fresca agua de la fuente de San Antonio, para encontrar novio; caminar hasta el lavadero y desde allí observar los "terraos" de tierra launa de todas sus casas.
Todos y cada uno de sus rincones son realmente maravillosos.
En nuestra segunda jornada Alpujarreña, nuestra ruta gastronómica nos llevó hasta Bubión donde se encuentra el restaurante Teide, otro de mis incondicionales. Aunque todo allí esta delicioso, lo que en mi opinión merece el calificativo de plato estrella son sus migas. Recuerdo que la primera vez que las pedimos empezaron a sacar a la mesa bandejas de ensalada, melón, morcillas, chorizos, pancetas...recuerdo como nos mirábamos sorprendidos y como al final cuando nos decidimos a decir al camarero que lo que habíamos pedido eran migas él nos respondió que allí las migas se servían así. Hoy, treinta años después, siguen siendo exactamente igual. El turismo creciente no ha hecho que pierda ni un ápice de cantidad ni tampoco de calidad y eso es algo que me encanta.
El día concluyó con una visita a un secadero de jamones, donde disfrutamos con los aromas de las miles de piezas curándose al modo natural, sin cámaras frigoríficas ni productos químicos ¡Un deleite para todos los sentidos!
Además, de camino al secadero no dudamos en hacer una paradita en Pitres donde aprovechamos para degustar los deliciosos chocolates artesanos Sierra Nevada. Lástima que ese día no estaba allí Lourdes pues me hubiese encantado conocerla en persona ya que hace un tiempo tuvo un detallazo conmigo al enviarme un magnífico lote de productos para el blog. Todo lo que hacen en su fábrica artesana es una delicia: chocolates de todos los sabores imaginables y también inimaginables, higos rellenos, trufas y tentadores bombones con sugerentes rellenos (tengo que probar los nuevos de cerveza porque esa combinación de sabores tiene que ser de diez).
Después de esta maravillosa escapada llego el momento de volver a casa, no sin antes cargar el maletero de todas las cosicas ricas que harían mi vuelta más agradable ¡Que ganas de volver me ha dado escribir esta entrada!
Por lo que veo frío hacía, y comer, comisteis genial.
ResponderEliminarhttp://unchicomasenlamoda.blogspot.com.es/
PG
que viaje tan bonito y como dices muy bien aprovechado en buena compañia, bicos
ResponderEliminarPero que bien vives querida amiga, menudo viaje te has pegado jejeje, elegiste un destino maravilloso lleno de cosas bonitas para ver, envidia sana me das guapa. muchos besitos.
ResponderEliminarQue pueblos mas bonitos tenemos en mi andalucia besitos
ResponderEliminarSuscribo todo lo que dices sobre la Alpujarra, también yo me he perdido en algunas ocasiones por algunos de sus pueblos y es una maravilla poder disfrutarlos. Ahora me has recordado que hace tiempo que no vamos por allí, por lo que seria interesante plantearse un viajecito pronto.
ResponderEliminarUn beso.
Unos pueblos preciosos, un paisaje divino y la gastronomía de 10, sin perder la tradición y con ingredientes de calidad.
ResponderEliminarQué ganas me dan de ir para allí ahora mismo.
Besos.
Hola María eres un sol que entrada tan bonita, que paseo que hemos dado contigo y que tertulias tan hermosas tendrá todo el que vaya contigo ,eres un cielo lo cuentas todo con tanta ilusión y entusiasmo que dan ganas de viajar contigo ,todo es verdad yo soy de aquí de la ciudad pero me encanta ir de vez en cuando a la alpujarra es un placer ya sea en invierno en verano, otoño o primavera aunque en otoño e invierno es especial ,bueno me quedo con tu precios viaje de esos pocos días pero bien aprovechados ...besitos un montón preciosa.
ResponderEliminarQue viaje mas bonito!! me as dado un monton de envidia sana!! menudos platos mas ricos os comisteis y que tiendas mas chulas, una pasada!!
ResponderEliminarUn saludo!!
Pero que tres días más bien aprovechados.....gracias por enseñarnos un poquito de tus mini vacaciones. Besicos corazón.
ResponderEliminarEstos pueblos de la Alpujarra granadina, no son lo que eran. Yo hace casi 25 que fui por primera vez,ni no son ni sombra de lo que eran antes.
ResponderEliminarEl tema turístico no estaba tan explotado, los pequeños comercios que existían de restauración y de productos típicos de la tierra (embutidos, vinos, jarapas, cerámica...), eran familiares. Para hospedarte, eran casas de los mismos habitantes que destinaban una o dos habitaciones de su propia casa para alojamiento y el trato y el ambiente no tenia precio.Como todo en esta vida, los habitantes de esta zona vieron en el turismo una buena salida a la precaria vida que azota muchos pueblos de Andalucía y ello conlleva que se pierda aquel aire tan genuino que tenían estos pueblos. el último año que estuve(2002), parecía la entrada del pueblo de Pampaneira, el aparcamiento de la Alhambra. Habían llegado seis autocares todos llenos con turistas japoneses y el tumulto, la aglomeración eran agobiantes.
Jo Maria.... Ya veo queestas un poco missing...... COMIENDO JAMONES!!!!!! Madre mia que rico todo.......
ResponderEliminarQue bien relajada con tu familia.... Eso es lo mejor!!!!!
Besos guapa
Marialuisa
Holaaa, que bonita y mágica es la alpujarra. Mi cuñada vive en Granada hace ya unos cuantos años y hace otros tantos se compró una casita pequeña en un pueblito alpujarreño, Cojayar, que es un primor de pueblo, todo tan blanco y donde hay que esperar el pitido de la furgoneta que te indica que puedes ir a por el pan o la fruta o el pescado. Que bonito viaje has hecho amiga, así se te ve de encantada!
ResponderEliminarUn besooo
Hola María, hace un tiempo que te sigo y fijate tú que gracia esta entrada ya que yo vivo en Capileira!!!Jajaja.
ResponderEliminarEstoy contigo en todo lo que dices, un sitio fantástico y muy mágico...
Nos vemos por aquí!!!
saludos, Clara
Mi querida amiga, bien sabes que disfruto con cada una de las entradas que publicas pero ésta me ha llegado de una manera especial....hablas de mi tierra y con cuanto cariño.
ResponderEliminar¡Qué rincones más bonitos has fotografiado!, ese tinao repleto de macetas, la calle, o mejor dicho la cuesta, con sus casas blanqueadas de cal,....y las fotos de esos platos con esos manjares tan alpujarreños que se hace la boca agua de verlos.
Muchos besicos, recuerdos a Antonio y a ver si pronto conozco a Rebeca.
Que escapada tan genial, la comida tiene una pinta fenomenal y ese jamón es amor! Un besazo.
ResponderEliminarhttp://www.solaanteelespejo.blogspot.com.es/
Sin duda es un lugar para enamorarse y mas con esta ruta gastronómica de que tan solo ver las fotos se le abre el apetito.
ResponderEliminarMe alegro de tu salida y los buenos recuerdos que te llevan.
Besos.
!Vaya ruta!, que gozada debió ser. Precioso el recorrido y además acompañado de una buena gastronomía. No se puede pedir más. Me vuelven loca las migas, sobre todo las manchegas, te las sirven acompañadas de torreznos, chorizo, pimientos verdes fritos, pimientos secos rojos y también fritos, sardinas...un festival.
ResponderEliminarBesos
Madre mía que de cosas buenas que se ven en tus fotos y por lo que dices se tiene que estar de maravilla en esa zona, se ven unas imágenes preciosas para perderse unos días por allí, me alegro que disfrutaras del viaje.
ResponderEliminarBesos
Ay mi querida amiga! que me has hecho viajar contigo y soñar, soñar con que un día me dejo caer por tu puerta y me llevas a esos sitios tan encantadores y llenos de vida. Es algo increíble que un restaurante consiga mantener a través de los años su calidad y cantidad cuando el turismo los invade son muchos los tentados a subir precios y bajar calidad! Besotes mi querida
ResponderEliminarque imagenes mas bonitas es precioso todo, y no veas lo bien que comisteis, sobre todo el jamon y queso tienen una pinta que pa que mmmmmmmmmm
ResponderEliminarbesitosss noe
Es como si hubiera estado allí contigo, lo cuentas también que haces que me imagine cada lugar como si hubiera estado a vuestro lado, ademas de mostrarnos unos rincones dignos de visitar, un besote cielo.
ResponderEliminarMe encantado la entrada hablando de mi tierra, yo tengo mi casa en Pampaneira y te agradezco tus comentarios, saludos
ResponderEliminarUna escapada que tiene que ser una maravilla, me alegro que lo hayas disfrutado, besotes amiga.
ResponderEliminarSofía
Que lindo....y que belleza de fotos!.....como me gustaria viajar por alla y comer esas delicias!........Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarUn viaje de lo más aprovechado gastronómicamente y personalmente. Se ve que has pasado unos agradables días con una compañía estupenda. Gracias por las recomendaciones, que siempre vienen fenomenal..
ResponderEliminarBesos.
Totalmente de acuerdo contigo, la Alpujarra es una maravilla, me encanta Granada voy a menudo, la tengo cerquita, soy de Cádiz y mi sobrina vive alli, asi que... que te voy a contar.
ResponderEliminarVaya delicia todo lo que nos traes!!!
Besitos.
Qué sitio tan bonito , es precioso y por lo que veo la comida también forma parte de ese encanto , se me salen los ojos de las órbitas !
ResponderEliminarBesinos.
Ha tenido que ser un viaje precioso, no sabes qué envidia (sana) me das jejejeje.
ResponderEliminarXOXO
Que bonito viaje habeis echo escapadas asi son las que recargan las pilas quien pudiera hacerlas de vez encuando.
ResponderEliminarHace seis años estuvimos dos dias en granada pero nos falto tiempo para ver la alpujarra ,hay tantas cosas que ver en esa preciosa tierra que se necesitaria todo un mes.
Un post precioso donde se nota que disfrutaste un monton con las fotos tan bonitas que has echo y lo bien que lo has resumido es como si estuviera sentada en la terracita con vosotros o comiendo en en uno de esos fantasticos restaurantes que por lo que cuentas no han perdido ni un apice de su autenticidad con el paso de los años que ricooooooo tenia que estar todo.
Y de esa tienda bueno mejor no hablra por que yo necesitaria un remolque para traerme todo y todo lo que tienen me encantaaaaaaan esas tiendas de pueblo donde encuentras de todo y todo es fantastico.
Me ha encantado leerte y que lo hayas pasado tan bien.
Bicos mil y feliz semama potita miaaaaaaaaa.
un sitio precioso y desde luego la comida me esta dando envidia , tiene una pinta , la verdad no lo conozco y es que es dificil conocer cada rincon, menos mal que os tengo aa vosotras y asi no me lo pierdo, besssssssssssssss
ResponderEliminarHola María, guapa!!!! Con esta maravillosa visita, con esa magnífica narración de ella, de esos preciosos lugares y de tus entrañables recuerdos, nos has hecho desear visitar todos esos lugares, de los que yo he tomado buena nota, para la próxima visita a Granada alargar la estancia y poder conocerlos.
ResponderEliminarUn besazo muy cariñoso y que tengas una estupenda semana!!!
Hola Maria, que bonito verdad?La primera vez que subi a Pampaneira y Capileira me enamoré perdidamente, yo en particular de Pampaneira, estos tejados y esas callejones llenos de flores y cal que duelen los ojos, las jarapas como manchones y es verdad, como se come !!!!! La primera vez que fuimos no se me olvida el menú, sopa Alpujarreña y cabrito. Hace tiempo que no voy pero después de leer y ver tu entrada este verano seguro que volveré, todo vale la pena allí. Besitos guapa y gracias por compartir esta entrada
ResponderEliminarUna escapada preciosa! tendremos que perdernos por esas tierras! a parte que se come muy bien los pueblecitos són una maravilla!! y de los jamones que decir... Besos!!
ResponderEliminarVisitatéis unos sitios preciosos, yo tengo familia en Pampaneira y aquello es precioso, y comer se come de maravilla, un recorrido muy bonito.
ResponderEliminarUn beso.
Vamos, vamos que no te has privado de nada, me alegro de que hayas disfrutado, yo no conozco nada de lo que nos has presentado, pero ... mira, ya se que si alguna vez voy tengo que ir a los mismos sitios que tu nos has explicado hoy, así iré sobre seguro y disfrutaré como lo has hecho tú, preciosa.
ResponderEliminarUn besote grande
Buen post, magníficas viandas. Contenido y continente, todo maravillosos, buenas fotos. Me encanta que disfrutes. Conozco las alpujarras y soy feliz entre tantos jamones. Bss
ResponderEliminarQue bonito viaje a ese pintoresco pueblo tan bonito, por desgracia no lo conozco pero gracias a ti he visto esas calles y paisajes preciosos además de su rica gastronomía, desde luego que lo pasaste muy bien y con muy buena compañía, me ha encantado viajar contigo a través de las fotos tan magníficas que hiciste.
ResponderEliminarUn besito enorme querida amiga y feliz semana.
Que días tan maravillosos has pasado, visitando esos pueblos tan lindos.
ResponderEliminarVaya de gustación de platos deliciosos por lo que se ve en las fotografiase.
Gracias por dejarnos participar un poquito de tu viaje.
Besos
¡Qué buenos recuerdos me ha traído tu entrada de hoy! Una región maravillosa que también guarda un significado muy especial para mi y con este recorrido gastronómico añadido me he quedado extasiada. he tomado nota de todos los restaurantes que recomiendas para la próxima.
ResponderEliminarBesos
Me alegro mucho de que hayas disfrutado de mi tierra, yo soy de Lanjaron pero vivo en Sevilla y he disfrutado leyendo el relato de tu viaje. Besos.
ResponderEliminarLo habéis pasado genial. Estupendo!!! Hace tiempo que no voy por Granada y he entrado en ganas. A ver estas vacaciones. Bienvenida. Bss.
ResponderEliminarque bonita entrada, y preciosa zona! y lo mejor, como se comeeee!! menudos platos degustaste!! envidia la que tengo ahora mismo. Bs.
ResponderEliminarMaría no me extraña que estés enamorada de La Alpujarra, es un lugar tan bonito que a mí me encantaría quedarme a vivir allí para siempre. Tus fotos me han traído no sabes cuántos buenos recuerdos, y leerte también, porque yo que soy una tonta contadora de calorías cuando voy a la Alpujarra repito plato alpujarreño si se tercia y ni un remordimiento de conciencia.
ResponderEliminarAdemás siempre regreso cargada de miles de cosas riquísimas.
¡Besos mil!
Me imagino que un viaje inolvidable y a mi me has dejado casi sin ojos después de este espectáculo de cosas que solo con verlo ya una disfruta,
ResponderEliminarFelicidades amiga.
María aprovecha estos estupendos viajes, y con esas comida, yo creo que esas calles no podría subirlas¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ besos
ResponderEliminarNo me extraña nada de lo que dices, yo estuve hace unos años, fuimos con la idea de comprar unos jamones y después pasar allí un día maravilloso, para mí lo único malo fue la carretera con muchas curvas, a lo mejor la han mejorado, sería una suerte, porque yo también me muero por volver a pasear sus calles empinadas, y degustar todos esos maravillosos productos que da esa hermosa tierra. Un abrazo.
ResponderEliminarMi querida amiga, yo también me he enamorado de este bello lugar gracias a tus letras. Siento que he sido transportada. Puedo sentir los olores, sabores y el ambiente tan tranquilo y relajado. ¡Ya cargue de energía positiva!.
ResponderEliminarQue recuerdos tan maravillosos debes tener de este lugar. Gracias por compartir con nosotros, fue todo un gozo.
¡Miles de besos con todo mi cariño!
Qué bonita es la Alpujarra! me alegro que hayas disfrutado de tu escapada, cuántas cosas ricas en las fotos!
ResponderEliminarUn beso.
Tienes razón MARÍA...UN LUGAR CON MAGIA, BUENA GENTE, BUEN COMER Y RELAJACIÓN HASTA ROZAR EL CIELO...
ResponderEliminarMe alegra heber leído tu reportage, porque soñar no cuesta nada, y por un momento me he visto allí.
MIL BESOS GUAPA :)))
Hola mi niña guapa !!!
ResponderEliminarMadre mía, pues si que hace años que no paso por allí. Cuando he leído Pampaneira, me ha hecho especial ilusión, la verdad, pues recuerdo un desayuno en pleno mes de Diciembre, de los mejores de mi vida.
Qué cariño le tienes a la Alpujarra, y no es para menos. Me imagino que como todo, habrá mucho más turismo que hace tiempo, pero que seguirá habiendo rincones que guardan el mismo encanto.
Me alegro que disfrutárais tanto, y ese maletero . . . qué bien tenía que oler jaja
Besotes gordos mi querida amiga, me ha encantado la entrada, y los buenos recuerdos que me has traído.
Que tengas un feliz puente si lo haces, y si no es así, pues un feliz finde.
Hola María. Una entrada preciosa la que has puesto y que ha hecho que al leerla, lo hago de cabo a rabo aunque sean largas ya que para eso se entra verdad?, hayan aflorado unos recuerdos que ya casi estaban perdidos.
ResponderEliminarViví en Granada 24 años y hasta que fallecieron mis padres no dejaba un año sin ir a pasar y disfrutar de una ciudad que me encanta.
Hace ya muchos años que no he visitado esos lugares. La última vez fuimos mi mujer y yo, aún no teníamos hijos jj, junto con mis padres y estuvimos visitando esos tres lugares que citas. Creo que acabamos comiendo en Pampaneira aunque de lo que estoy seguro es que fue un plato alpujarreño jj.
Te has dado cuenta de que en las Alpujarras hay muchos nombres que acaban en "eira"? El motivo es que después de ser sofocada la rebelión de los moriscos en esa zona y su posterior expulsión, ese territorio quedó casi sin habitantes y se repobló con familias provenientes de Galicia, León y Asturias entre otros, de ahí esas terminaciones.
No quiero cansarte, gracias por este estupendo reportaje, tanto gastronómico como turístico y del que estoy seguro disfrutaste plenamente. Yo también he disfrutado al leerte porque has conseguido quitarme unos cuantos años jj.
Que también disfrutes en este fin de semana.
Un abrazo
Madre! Cómo he disfrutado con este post! Me han entrado unas ganas locas d visitar La Alpujarra. Los embutidos, los chocolates... Umm! Anda que, habrás disfrutado un montón de este viaje y de la compañia. Gracias x compartir tu experiencia. Bsos
ResponderEliminarGrazie per queste bellissime fotografie cara,troppo belli questi post!! :-))
ResponderEliminarBacioni a presto <3
Mi dulce Marìa, me has dejado unas ganas de visitar esos maravillosos lugares alpujareños tan pintorescos... Adoro lo genuino y tradicional en el arte culinario como nos presentas en esta preciosa entrada. Me ha fascinado leerte porque transmites la alegrìa de la vida, siempre en buena compañìa
ResponderEliminarUn abrazo enorme con todo mi cariño
Que viajes mas estupendos que realizas y esos manjares que pruebas, que ricos por lo menos lo que se ve en la foto, me entró hambre y todo. Besos!!
ResponderEliminarHola guapa , mientras te leía .... Con el pensamiento también yo está allí contigo desde luego es una bella entrada y además está es de las que abren el apetito y hoy yo tengo ganas de comer migas como las que te pusieron a ti .
ResponderEliminarTe deseo un feliz día de la madre , y sigue disfrutando así de bien de estas pequeñas escapada , que leyendote yo disfruto , yo también aunque no pueda viajar .
Besos de flor ... Y gracias por hacerme feliz con estas entradas que yo valoro tanto amiga .
¿Quién ha dicho frío? Yo me apuntaba y aunque fuese sin abrigo.
ResponderEliminarViendo esos ricos jamones, con buen vino y pan reciente y rico, yo me pierdo en esas tierras que invitan a ser visitadas y a comer de vicio.
Amiga mía, te felicito, si algún día llego a ir, me acordaré de estas fotos y de tu escrito.
Cariños en el corazón.
Kasioles
Una escapada estupenda y con unos platos la mar de deliciosos.Es que mi tierra tiene miga de todo lo bueno.Bs querida María.
ResponderEliminarMadre mía María que sitio mas chulo, que envidia me has dado con todas esas cosas ricas, y se ve que te encanta porque lo bueno es que cuando conoces un sitio volver y volver y volver. Una entrada muy bonita para conocer un poquito mas de ti, un besote bien grande querida María.
ResponderEliminarque bonita granada.
ResponderEliminarun beso guapa