Buñuelos de calabaza de Pilar

En casa nos gusta mucho la repostería que cuenta entre sus ingredientes con la calabaza; de hecho tengo bastantes recetas publicadas en el blog, como las torticas de calabaza de mi "chacha Lola". Hoy esa lista se ve ampliada con estos buñuelos de calabaza de mi gran amiga Pilar. Pilar es una persona maravillosa, cercana y cariñosa. Su blog, Las delicias de Pilar, esta plagado de magníficas recetas y aunque me gustan todas si hay algo en lo que creo que es una maestra es en la repostería tradicional. Además, todas sus entradas van acompañadas de la historia relacionada con el plato que prepara por lo que cada visita a su blog supone no sólo el descubrimiento de una receta sino también una magistral clase de historia. Pilar y yo nos seguimos desde hace muchísimo tiempo y casi desde el primer momento decidimos que teníamos un abrazo pendiente. Este verano por fin se pudo hacer realidad. Pasamos una mañana juntas y fue maravillosa: hablamos de cocina, de nosotras, de nuestras familias, de nuestras vida y, por supuesto, nos pudimos dar ese fuerte "abrazo apretao" que nos teníamos prometido. Espero que os gusten sus buñuelos tanto como a mi.

Ingredientes:

Elaboración:

Cortamos la calabaza en trocitos, le añadimos el azúcar y ponemos en el microondas a temperatura media durante 8 minutos. Una vez templado lo trituramos con la batidora y reservamos.

En un cuenco ponemos dos cucharadas de harina, la levadura y cuatro cucharadas de agua templada. Mezclamos bien hasta hacer una masilla y dejamos reposar 10 minutos hasta que la levadura empiece a actuar.

Transcurrido ese tiempo ponemos la harina restante en un bol, hacemos un hueco en el centro y vertemos la masa de arranque que habíamos preparado.

Añadimos también la calabaza triturada.

Por último vamos añadiendo el agua templada poco a poco y mezclando hasta obtener una masa ligera y pegajosa.

Tapamos la masa con un paño y la dejamos reposar unos 20 minutos.

Después del levado vamos cogiendo porciones de masa con ayuda de dos cucharas y las freímos en abundante aceite (a temperatura media para lograr que se hagan tanto por el exterior como por el interior). Los buñuelos se darán la vuelta solos.

Una vez fritos rebozamos algunos en azúcar glass y otros en chocolate derretido.

Y aquí nos veis a Pilar y a mi "al natural", como dice ella, pero felices como dos perdices y disfrutando de un momento maravilloso que ojala se repita el próximo verano. Te quiero, querida amiga.