Pasteles de Belém

Aunque ya tenía publicados unos pasteis de Belém muy ricos (que podéis ver AQUÍ) en cuanto vi estos no dudé ni un momento en prepararlos pues creo que, si no los auténticos (ya que esa receta se guarda tan en secreto como la fórmula de la Coca Cola), son lo más parecido a ellos que he visto nunca. Estos dulcecillos son los de Belém por partida doble ya que la receta es de mi querida amiga Belén, del blog Belenciaga paso a paso, de cuyo talento culinario y humano ya os he hablado más de una vez (de hecho tantas veces como recetitas suyas he copieteado jejeje). Los tenía guardados desde el pasado mes de junio, fecha en la que los hice por primera vez, pero por unas cosas u otras las fotitos siempre se iban quedando en el ordenador. Hoy he decidido que no dejaba pasar ni un día más sin compartirlos porque realmente es una receta que merece la pena. Espero que os gusten.

Ingredientes:

Elaboración:

Ponemos el agua y el azúcar en un cazo. Cuando comience a hervir contamos 4 minutos. Retiramos del fuego y reservamos.

En otro cazo colacamos la leche con la canela en rama y la piel de limón.

Cuando rompa a hervir añadimos la harina disuelta en un par de cucharadas de leche.

Sin dejar de remover lo ponemos de nuevo al fuego hasta que vuelva a hervir. En ese momento lo retiramos y le añadimos el almíbar que teníamos preparado. Mezclamos muy bien, lo colamos y lo dejamos templar.

Mientras templa la crema forramos los moldecitos con el hojaldre. Par ello extendemos la lámina de masa y espolvoreamos generosamente con canela y azúcar.

Enrollamos a modo de brazo de gitano y cortamos trozos de unos dos dedos de ancho.

Aplanamos cada uno de estos trocitos que hemos cortado y forramos con ellos el molde. Reservamos.

Cuando la crema queteníamos reservada ya esté tibia, batimos las yemas y las vertemos sobre la crema.

Llenamos con esta crema los moldes que habíamos forrado con el hojaldre y horneamos (con el horno precalentado) a 240º hasta que veamos que la crema queda bien tostadita.

Antes de servir los espolvoreamos con un poquito de azúcar glass.